LOS MILITARES SON MÁS SENSIBLES A LA PREGUNTA RELIGIOSA.

Alvaro Real

Este sábado tiene lugar en Madrid, el I Encuentro Nacional del Movimiento Juvenil Castrense. Se pretende así organizar el movimiento juvenil católico dentro del Ejército Español, muy presente, sobre todo en las Misiones Internacionales.

En El Espejo de la Cadena COPE, el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río explica cómo debe ser esta atención pastoral: “muy creativa, (por la dispersión que supone), muy personal y tiene que saber incorporar todo lo que significan las redes sociales y las nuevas comunicaciones”.

Para el arzobispo Castrense se trata de recoger toda la labor ya realizada: “los 56 años de peregrinaciones a Lourdes” o cómo los jóvenes aprendían a leer y escribir gracias a los capellanes, “sobre todo antes cuando el servicio militar era obligatorio”, explicó, “muchos capellanes fueron maestros e hicieron esta gran labor de suplencia”.

“Queramos o no, el militar, al relacionarse con momentos límite tiene una religiosidad natural. Hay un preámbulo de fe que no se encuentra en otros sitios. Son más propensos a hacerse las grandes preguntas: ¿Qué hago con mi vida? ¿Qué es lo que estoy haciendo? ¿Qué significa Dios?”, explica el arzobispo Castrense, que muestra que “ Los militares o los guardias civiles, también la policía son mucho más propensos a la pregunta religiosa” y “tengo la suerte de haber vivido grandes conversiones sobre todo en misiones internacionales”

Para todo ello, los capellanes castrenses deben estar muy preparados: “Las experiencias de bautismo de adultos son muy interesantes. Nosotros tocamos a los naúfragos de la Iglesia, aquellos que no han pasado por colegios religiosos, ni parroquias y con los que hay que comenzar por enseñarles a hacer la señal de la cruz. La falta de formación católica se palpa y se nota”.

Monseñor Juan del Río, reconoce, durante la entrevista, el haber vivido con algunos militares experiencias personales muy duras: “lo he podido experimentar en funerales por víctimas del terrorismo”. “Cuando me he podido acercar a sus familias he visto realidades familiares muy fuertes”, explicó.