La conocida empresa relacionada al mundo de los deportes, Nike, sacó a la luz la campaña con el slogan “Findyourgreatness”, justo antes de las Olimpiadas del año 2012. Ambos videos, presentan una realidad muy común para todo atleta: la necesidad del esfuerzo y la perseverancia para alcanzar las metas propuestas. Lo interesante aquí es que no es sólo el atleta profesional quien aspira a superar sus límites. También el atleta “común”, el que entrena en la calle, en su propio hogar, también debe esforzarse día a día para sobresalir en sus propios términos, para establecer y lograr metas personales y lograr su propio momento decisivo de la grandeza, venciendo obstáculos y dificultades.
Para quien ha hecho algún deporte, la campaña publicitaria de Nike ciertamente logra generar una identificación en esta cotidiana exigencia que tiene toda actividad competitiva. Los videos logran además, mostrando diversas realidades humanas y distintos tipos de personas, un gran impacto emocional, haciendo cercano y atractivo el deporte.
Elementos Apostólicos:
Ambos vídeos presentan una serie de frases que van acompañando a las imágenes, logrando un gran efecto épico para el espectador. Éstas se refieren a lo deportivo, pero me tomaré la libertad de aplicarlas a la vida cristiana (¡cuántas veces hemos escuchado algunas relaciones entre la vida cristiana y el deporte! ¡Y es que es real!):
Findyourgreatness: Este vídeo, nos presenta el entusiasmaste reto de encontrar dónde reside la grandeza del ser humano: su grandeza, finalmente, está en reconocer su
propia identidad, en su ser creado a imagen y semejanza de Dios, y por ende el destino al cual estamos llamados.
- “Se cree que la grandeza está reservada para algunos, pero la grandeza es para todos”: En la vida cristiana, todos aspiramos a esa grandeza que es la santidad.Grandeza para la cual estamos hecho, pero que debe irse trabajando para alcanzarla día a día, con esfuerzo y con perseverancia.
- “Se trata de elevar lo que se espera de cada uno de nosotros”: La medida del esfuerzo en nuestra lucha por la santidad, tiene que crecer cada día más, al menos un poco. Siempre ponernos “la varilla un poco más alta”. Para crecer, para avanzar en este camino, no puedo conformarme con poco, o con las cosas a medias. La grandeza exige compromiso por crecer cada vez más.
- “La grandeza no está en un lugar especial, o un una persona especial, está en donde sea que alguien está intentando encontrarla”: Podemos aplicar esta frase entendiendo que si bien todos estamos creados para ser santos, la santidad depende de mi propio trabajo de cooperación con la gracia; junto con esa acción de la gracia que se derrama abundantemente sobre nosotros. Si estamos en búsqueda de esa santidad, Dios no dudará en otorgarnos los medios necesarios para nuestro crecimiento en ella.
Rise and shine: Este video presenta una serie de elementos muy interesantes que podemos aplicar para nuestro propio combate espiritual
- “El camino correcto y el camino fácil”: Así como lo señala el Salmo 1, hay dos caminos. El primero, el de Dios, el de nuestra santidad, lleva a la felicidad y a la satisfacción personal. El camino fácil, sólo nos frustra y nos engaña. Tal como ocurre cuando uno se entrena para algún deporte.
- “Darle la espalda a lo que es cómodo, a lo que llaman ´sentido común´”: Muchas veces, en la lucha por vencer al enemigo espiritual, o al enemigo interior, podemos caer en hacerle caso a ciertos criterios “lógicos” o “cómodos”, que buscan que no salgamos de nuestro espacio de confort. Sin embargo, en la vida cristiana, es necesario siempre vencer nuestros límites; al punto incluso de tener que dar, cuando creemos que ya no podemos dar más… cuando incluso a veces pareciera que la lógica nos dice que ya no podemos dar. Pero eso es el Amor. Como decía el P. Alberto Hurtado: “Dar, siempre dar. Hasta que se nos caigan los brazos de cansancio”.
- “Peleas contra un oponente que no ves y que te dice´esto es una pérdida de tiempo´”: En el combate espiritual, también nos enfrentamos contra esas voces del “hombre viejo”, que nos quiere llevar a abandonar, a hacer lo fácil. Pero en este camino de la santidad, no podemos dejar de luchar. Esos “enemigos invisibles”, también están presentes en la vida cristiana, pero hay que avanzar con la convicción de que Cristo ya triunfó, y nos toca recorrer su camino.
- “Recuerda por lo que estás luchando”: Así como todo deportista tiene que tener en mente su meta a alcanzar, el título que quiere conquistar, o la marca que quiere batir; de la misma manera, todo cristiano, debe saber que “somos ciudadanos del cielo” (Flp 3, 20), debe saber que estamos hechos para ganar esa “corona incorruptible” (1 Cor 9, 26) y esa convicción es la que debe estar siempre en el horizonte.
- “La victoria no ocurre por accidente”: Para ganar, debemos trabajar para alcanzar el triunfo. Lo mismo en el deporte que en la vida cristiana. No vamos a alcanzar la santidad porque sencillamente se encadenaron una serie de sucesos azarosos. No. Tenemos que trabajar en nosotros mismos, y en acrecentar nuestra amistad con el Señor para poder avanzar con mayor firmeza hacia esa Gran Victoria que nos espera.
- “Levántate y brilla”: Finalmente, la frase que sirve de slogan al segundo video, nos muestra que el cristiano, debe levantarse, debe alzarse ante las dificultades, para brillar. No brillar por sus méritos o por su “luz”, sino, hacer brillar la luz de Cristo que se debe reflejar en todas sus acciones del día a día.
Dinámica
Se puede utilizar el video para alguna reunión grupal, y realizar alguna de las siguientes preguntas:
- ¿Dónde encuentro mi grandeza? ¿Considero que estoy hecho para cosas grandes? ¿Por qué?
- ¿Qué criterios me mueven en ocasiones a buscar estancarme en mi vida cristiana? ¿Vivo a veces pensando que la victoria en mi vida cristiana está libre de exigencias?
- ¿Cómo puedo hacer para hacer brillar con más fuerza la luz de Cristo en mi vida cotidiana, desde la grandeza de mi vida?
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