miércoles, 17 de julio de 2013

DESDE VILLALUENGA: ¡EMPADRONADOS EN NUESTRO HOGAR!

Ayer terminaba el día con rasgos de agotamiento. Muchas habían sido las emociones experimentadas en los días anteriores donde hemos disfrutado de Villaluenga del Rosario en toda su extensión y nunca mejor dicho, pues nos hemos dedicado a recorrer decenas de kilómetros de sus numerosas rutas y parajes de verdadero ensueño.

No habían dado las doce de la madrugada y ya estábamos en la cama en la que un profundo sopor ha hecho que pueda dormir plácidamente toda la noche de un tirón.

El día ha amanecido temprano, a las ocho y media, pero me he levantado siendo otro por dos motivos diferentes que relataré en este post dedicado, nuevamente, a mi pueblo.

Uno; por el buen descanso que había tenido por la noche en la cual no me había despertado para nada y eso en mí es bastante raro y el siguiente lo dejo para más adelante porque todavía no cabe en mí tanto gozo.

Mientras Hetepheres hacía varias cosas en la casa, yo estaba en el patio rezando para después actualizar el blog con las noticias mañaneras.

Poco después nos aseamos, nos vestimos, cabe decir que nos arreglamos para la ocasión que íbamos a vivir, y nos fuimos a desayunar a "La Posada". Un buen café cargado y unas tostadas que supieron a gloria mientras escribía mi meditación diaria para el blog "desde el tren". Terminamos, pagamos y nos encaminamos para el Ayuntamiento. Allí en la puerta estaba la Juez de Paz, Almudena Barea del Valle, que esperaba a su hermano para un asunto. Con la cual estuvimos charlando distendidamente un rato. También saludamos a Leti, eficiente funcionaria municipal y buena amiga, y preguntamos por Cristo, otra buena y eficiente funcionaria del Ayuntamiento de Villaluenga, porque era la persona encargada de realizar la gestión para la que nosotros íbamos.

Y que no es otra cosa que ¡EMPADRONARNOS EN VILLALUENGA DEL ROSARIO! Hoy, por fin, hemos podido cumplir este sueño, este anhelo, este deseo que desde hace tanto tiempo viene rondando por nuestras cabezas. 

Desde que pisamos Villaluenga del Rosario sentimos que no era un lugar igual a todos. En este nuestro querido pueblo todo era diferente: El lugar, sus gentes, sus cosas, casos... Sabíamos, y lo íbamos comprobando según iban pasando las semanas, los meses, que este lugar se había convertido en nuestro HOGAR.

Os puedo decir que mientras estamos fuera del pueblo, por motivos eminentemente laborales, pensamos en el día que nos toca volver a estas tranquilas calles que sitúan a este pueblo en una dimensión extraordinarias en nuestras vidas.

Desde hace poco más de una hora nos sentimos más integrados, si cabe, a Villaluenga del Rosario. En lo afectivo hace mucho tiempo que lo estamos y oficialmente desde hace poco más de una hora.

Hoy es un día alegre por donde se mire y por eso quería compartir con todos vosotros nuestro sentimientos de felicidad.

Con un fuerte abrazo desde este lugar de ensueño que se llama Villaluenga del Rosario.

Jesús Rodríguez Arias

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