domingo, 14 de julio de 2013

DESDE VILLALUENGA: "CON MI GENTE DE VILLALUENGA".

Aunque tengo un tema que me está rondando la cabeza desde hace varios días, una reflexión mía muy particular, hoy quiero escribir "Desde Villaluenga", en y con Villaluenga. Lo necesito.

Hace ya dos días y medio que estamos aquí disfrutando de unas "minivacaciones" que me he tomado en este mes de julio. Os puedo decir que desde el viernes a mí se me paró el reloj, el calendario, porque solamente existe el estar y disfrutar de mi querido pueblo, de mi gente y de todo el universo natural que la rodea. Hemos entrado en un estado de relajación permanente donde no existe nada más que lo verdaderamente importante, lo necesario, lo imprescindible.

Decía un querido amigo que, tanto Hetepheres como yo, estábamos enseñando al mundo lo que verdaderamente se necesita para ser feliz, que lo demás sobra y, ya sabemos, lo que sobra no vale la pena.

Llegamos a Villaluenga a eso de las cuatro y media de la tarde del viernes. Nos recibió, como siempre, coqueta y esplendorosa. 

Fue descargar las cosas, ordenar un poco todo, instalarnos, actualizar un poco el blog e irme a dar una vuelta por el pueblo. Mi cuerpo necesitaba encontrarse con su pueblo. ¡Así de sencillo! Se unió a esta pequeña caminata mi querido hermano Juande que me enseñó unas cuantas cosas, sitios, lugares que se me habían pasado de largo o nunca me había fijado. Hablar largo y tendido con Juande es un auténtico privilegio que no está al alcance de cualquiera porque el ofrece su confianza a quien de verdad la tiene.

Esa tarde, después de llegar a casa, me la pasé en el patio con el blog, leyendo, tomando una buena copa, respirando aire puro, disfrutando del "Caíllo", de los buenos vecinos que pasaban por nuestra puerta que siempre está abierta de par en par como nuestros corazones hacia ellos.

Después Hetepheres y yo nos dimos una vuelta por el pueblo, por sus céntricas calles hasta llegar casi a la salida. La temperatura estaba idónea para eso. Nos encontramos con María y Juani que nos informaron de la hora de salida y las misiones que teníamos asignadas en la Novena de la querida Virgen del Carmen de Grazalema y es que al día siguiente, sábado, nuestra Hermandad del Rosario, Patrona de Villaluenga, sería la encargada de las lecturas, ofrendas, cantos ante la devota y bella imagen de la Madre del Carmelo en el vecino pueblo de Grazalema.

El sábado amanecimos temprano aunque había dormido bastante horas pues nos habíamos acostado muy temprano para nosotros. Fuimos a desayunar a "La Posada" para después irnos para hacer una ruta de senderismo. Queríamos ir hasta el "Puerto del Correo" aunque esa empresa fue difícil porque salimos algo tarde y el calor hacía que nuestras fuerzas se mitigaran. Decidimos volvernos por nuestro propio bien.

Una vez refrescado en casa con una buena ducha nos dirigimos al Casino, en cuya terraza de La Alameda nos sentamos para almorzar opíparamente. Unas patatas ali oli y un salpicón de marisco de primer plato y un plato combinado exquisito junto a una hamburguesa hicieron que nuestro paladar fueran receptores de las mayores delicias.

Después de estar un rato con nuestro querido amigo Fernando, la terraza estaba llena, nos fuimos a casa a descansar un rato. Una reparadora siesta preparatoria para todas las emociones que íbamos a experimentar en esa tarde.

Quedamos en recoger a María en su casa a las siete y cuarto de la tarde. Al ser nuestro un coche grande podría caber con holgura el centro de flores, precioso, que íbamos a depositar en las ofrendas bajo las plantas de la Virgen del Carmen en la bonita localidad de Grazalema.

Cuando llegamos a la Iglesia de San José ya muchas queridas vecinas de Villaluenga esperaban en la puerta. Nos dio mucha alegría encontrarnos con ellas, sentimientos que comprobamos de corazón que fue verdaderamente recíprocos. Nos presentaron al Hermano Mayor del Carmen y pudimos comprobar la belleza de esta coqueta y bonita Iglesia.

El Pueblo de Villaluenga tenía reservado los bancos situados en el lateral derecho junto al Altar. Allí nos situamos todos juntos.

El rezo del Santo Rosario, las preciosas plegarias de la Novena a Nuestra Señora, la Eucaristía celebrada por el Padre Andrés y concelebrada por el Párroco D. Francisco. La participación en las lecturas por los miembros de nuestra Hermandad, tengo el inmenso honor de haber sido depositario de la misión de leer las preces como miembro de la Hermandad del Rosario así como de portar el Cirio, que significa la Luz, junto a Hetepheres en en Ofertorio. Momentos únicos, irrepetibles y, si Dios así los quiere, repetibles porque mis queridos convecinos saben que dentro de la humildad me tienen para todo lo que buenamente me puedan necesitar, nos puedan necesitar.

Una vez terminada esta preciosa Eucaristía Dios nos volvió a regalar un momento único. En las paredes del Sagrado Templo de la vecina localidad del Grazalema estaban miembros de nuestra Familia: Paco Súnico, Jacobo, María del Mar, Jacobo Jr y el pequeñín que viene en camino. Aunque estos últimos ya se habían ido para su casa en este precioso pueblo, pudimos charlar distendidamente con Paco Súnico del que podemos decir eso de "genio y figura...".

Concluído todo nos vinimos con Juani y María para nuestro amado y anhelado pueblo con la intención de tomar unas tapas en la terraza del Casino en La Alameda. ¡Así lo hicimos! Cual fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos casi todas las mesas llenas y con Fernando que no daba más de sí. Celebré, en mi interior, que a mi buen amigo y su familia este fin de semana le haya ido tan bien.

En el frescor de la noche, con alegres y amenas conversaciones, pude saludar a mis queridos convecinos. Los jóvenes, como Óscar, estaban viendo una película de "Camarón de La Isla" en el Casino que hizo que mi corazón, en ese momento, se alejara para mi ciudad de nacimiento: San Fernando. La Isla de León está en plena Feria del Carmen y de La Sal y aunque este año no voy a ir ni un solo día quiero dedicarle este post.

También pude saludar cariñosamente, totalmente correspondido, con Antonio Benítez, el Municipal, que junto a su esposa cenaban tranquilamente en la terraza del Casino. Antonio, como siempre, es un ejemplo de educación, de saber estar, de afabilidad. Es un hombre polifacético y este blog estará encantando de contar con él, con sus creaciones, cuando él considere oportuno.

Unas tapitas y refrescante bebida hizo el resto junto a la agradable charla con las hermanas María y Juani así como de Juande que se acercó a nuestra mesa a conversar un rato.

Creo que serían más de la una de la madrugada cuando terminamos. Al llegar a casa ver un poco de televisión y acostarnos, aunque os debo decir que no tenía mucho sueño y puede ser debido a las grandes emociones que había experimentado en este día, en un día donde más que  nunca nos hemos sentido payoyos, unos vecinos más de este querido pueblo de Villaluenga del Rosario.

Os puedo decir que portar la medalla de la Virgen del Rosario junto a mis hermanos de Hermandad, junto a mis convecinos, mi gente de Villaluenga ha supuesto un auténtico honor en todos los sentidos. No puedo comprender como muchos, que pudiendo hacerlo, no lo hacen. No comparten su vida, su día a día con esta maravillosa gente, con este extraordinario pueblo lleno de esperanza en su futuro.

Doy, damos, las gracias por tanto cariño como nos demostráis a diario. Os llevamos permanentemente en nuestro corazón y para nosotros es un orgullo que ya nos consideréis payoyos.

Recibid, todos mis queridos amigos, un fuerte abrazo de, 

Jesús Rodríguez Arias.

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