miércoles, 15 de mayo de 2013

PARA MEDITAR.

Sé discreto. Lo que pertenece a tu intimidad, a tu interioridad, lo que consideras más sagrado, debe ser tratado con respeto, delicadeza y reverencia, nunca desde la ostentación, desdén o apatía. El beso de amor más significante, más puro, más verdadero, es el beso compartido en la intimidad sagrada de la pareja. Cuanto más reduzcas la privacidad, más la estás desposeyendo de su verdadero valor y significado. 

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