«Debemos ser más valientes»
Nadia Eweida recoge mañana, en Madrid, el Premio a la Defensa de la Libertad Religiosa que le ha concedido Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Esta azafata británica, nacida en Egipto, un país donde los cristianos afrontan penosas discriminaciones por su fe, ganó una dura batalla legal a British Airways, que la había despedido por negarse a desprenderse de la cruz que llevaba al cuello. La compañía le ofreció un trato, pero ella aspiraba a que se reconociera el derecho de cualquier cristiano a llevar una cruz, sin miedo a ser discriminado. En enero, Estrasburgo le dio la razón
Nadia Eweida, en el interior de una iglesia
en Londres, el pasado mes de enero
Lo último que hubiera deseado Nadia Eweida es convertirse en el centro de atención mediática. Mujer de maneras muy suaves, cristiana pentecostal, nacida en 1951 en Egipto, se plantó un buen día de 2006, cuando una jefa le amenazó con el despido fulminante si no se quitaba la cruz que llevaba al cuello.
Fue al final de un curso para empleados sobre multiculturalidad. Ella explicó, sin alterar el tono de voz, que se trataba de un símbolo de su fe, importante para ella, y que personas de otras religiones llevaban los suyos, sin que a British Airways (BA) le incomodara. Tampoco tuvo problemas Nadia con la cruz durante sus años de trabajo en aerolíneas de Egipto y de varios países del Golfo o de mayoría musulmana.
«Fue terrible; mi aclaración no fue aceptada», contó Nadia, que se vio ante el dilema de mantenerse fiel a sus convicciones, a riesgo de no poder pagar su hipoteca. Eligió el camino duro, y el caso alcanzó gran notoriedad pública. La Iglesia anglicana amenazó con retirar de BA su millonaria participación. El debate llegó incluso al Parlamento, hasta que la compañía finalmente revocó el despido. Nadia, sin embargo, no se conformó con una concesión personal. Quería que se reconociera el derecho de los cristianos a llevar una cruz.
Perdió todos los juicios en el Reino Unido. La presión le produjo incluso «dolor físico». Así y todo, apeló al Tribunal Europeo de Estrasburgo, donde, al poderoso equipo de abogados de BA, se sumó el Gobierno británico. El Primer Ministro David Cameron tuvo muchas buenas palabras hacia ella, pero no le dio tregua en los tribunales.
Y ganó ella. «Estoy muy contenta de que los derechos religiosos hayan sido reivindicados en el Reino Unido y en Europa», dice a este semanario en vísperas de su visita a España.
Pero esa victoria legal no es suficente. Nadia lanza una interpelación a los propios cristianos: «Debemos ser más valientes». Hay mucha tibieza, aunque «creo que el gran problema es la corrección política, que nos frena a la hora de hablar de la Verdad. Y Jesús es la Verdad, el Camino y la Vida».
¿Considera Nadia que su lucha hace justicia a los cristianos de Egipto, a menudo expuestos incluso al martirio? «No puedo comparar un caso con las pruebas y tribulaciones de mis hermanos y hermanas allí, porque algunos han perdido sus vidas», responde.
Eso sí, este proceso le ha convertido a ella en una cristiana más coherente. «Se podría decir que mi vida ha cambiado, he aprendido mucho, y no soy la misma persona. He vivido los pasos de la Cruz, con la mirada siempre en Jesús, sin permitir que las distracciones negativas me apartaran de la meta. Espero y rezo no apartarme ya más de ese camino, y seguir siempre la voluntad de Dios en mi vida».
Merece la pena. Eso es lo que viene ella ahora a contar en España.
Ricardo Benjumea
III Jornada de Libertad Religiosa
La Universidad CEU San Pablo, de Madrid, acoge mañana, a partir de las 16 horas, la III Jornada de Libertad Religiosa, que organiza Ayuda a la Iglesia Necesitada.
El Postulador de varias Causas de mártires en las diócesis de Toledo y Ávila, el padre Jorge López Teulón, presentará, en la primera parte, testimonios de perdón y reconciliación de los mártires de la persecución religiosa española (1931-1939), y el obispo de Getafe, monseñor Joaquín María López de Andújar, hablará sobre La libertad religiosa a la luz de la Revelación y de la doctrina social de la Iglesia».
Tras la entrega del II Premio a la Defensa de la Libertad Religiosa a Nadia Eweida (el primer galardonado fue, el año pasado, el sociólogo italiano Massimo Introvigne), tendrá lugar otro de los platos fuertes de la Jornada, con la presencia del arzobispo de Bukavu (R.D. del Congo), monseñor François-Xavier Maroy Rusengo, muy conocido, después de que, en 2009, tuviera que abandonar precipitadamente Roma, donde participaba en un Sínodo de los Obispos, porque las parroquias de su diócesis estaban siendo atacadas por grupos rebeldes. Bukavu es uno de los mayores focos de violencia hoy en su país, y la Iglesia lidera los esfuerzos para la reconciliación.
Habrá tiempo aún para otros dos testimonios: el primero, sobre cómo se vive en China la fe en la clandestinidad, y, para concluir, la profesora Soha Abboud Haggar, de la Universidad Complutense, hablará sobre la situación de los cristianos en Egipto, Siria y el Líbano. Poco después de las 21horas, la Jornada se cerrará con un Via Lucis por los cristianos perseguidos, que dirigirá el capellán de AIN, el padre Manuel González López-Corps.
Información y reserva de entradas: Tel. 91 725 92 12.
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