jueves, 9 de mayo de 2013

EVANGELIO DEL DÍA Y MEDITACIÓN.


Lectura del santo evangelio según san Juan 16,16-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.» Comentaron entonces algunos discípulos: - «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?» Y se preguntaban: - «¿Qué significa ese "poco";? No entendemos lo que dice.» Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: - «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»

II. Compartimos la Palabra

  • En adelante, predicaré a los gentiles

Pablo abandona Atenas, lugar en el que cosechó un su más rotundo fracaso y, por lo mismo, punto de inflexión en su ruta predicadora. Se impone desde ahora otra estrategia con el fin de subsanar la escéptica acogida que el mensaje del apóstol tuvo en la capital griega. Se deja ver con judíos y griegos a los que les transmite el mensaje de que Jesús es el Señor; pero no acaba de sentirse a gusto evangelizando a los judíos quienes le manifiestan su rechazo al no admitir sus argumentos. Esto le lleva al apóstol a romper con ellos y a declarar la opción que desde ahora le ocupará: se dedicará en exclusiva a los gentiles, y se desvincula así de las consecuencias que el rechazo a su predicación pudiera acarrear al pueblo judío. Más adelante Pablo nos desvelará la verdadera carpintería de este cambio de postura. Si en Atenas desarrolla un discurso bien estructurado haciendo gala de la sabiduría de los hombres, desde ahora Pablo se centrará en la sabiduría de la cruz, en la fuerza de Dios y en el anuncio de quien es Señor por entregar toda su vida a nuestro favor. Locura de Dios que se torna Palabra y Vida en Jesús de Nazaret, persona encontradiza donde las haya.
  • Vuestra tristeza se convertirá en alegría

La perplejidad de los discípulos ante las palabras del Maestro es notoria. Pero ésta se desvanece cuando Jesús de Nazaret hace ver que tanto el seguidor como la propia comunidad creyente se verán sometidos a los inevitables imponderables de la vida (dudas, persecución, fracaso y éxito, experiencia del silencio de Dios y de la lejanía de Jesús…), y también, por lo mismo, a una posterior vivencia de cercanía y testimonio que será la razón de la alegría creyente. A cada momento de prueba sucederá una nueva presencia de Jesús, una nueva forma de esperanza, una singular manera de caminar hacia delante en su nombre. La comunidad debe aceptar el propio ciclo vital del Maestro de Galilea: morir y resucitar, servir y dar gloria, anunciar la Palabra y creer en su germinación. Nos puede pasar lo que a los mismos discípulos: que, a estas alturas, no hayamos captado aún lo que significa la ausencia del Maestro, y no sepamos salir de nuestra estéril confusión que enfatiza el hecho de que la muerte es el final de todo. Pero la Palabra nos habla sin equívocos de la inmensa alegría de seguir a Jesús, porque Él será el único causante de tal experiencia pascual.
Fr. Jesús Duque O.P. 
Convento de San Jacinto (Sevilla) 

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