viernes, 8 de marzo de 2013

A RAFAEL VALVERDE ROLDÁN, A MI HERMANO EN LA FE.


Ahora me voy para el Palacio de Villapanés, en Jerez, porque se van a inaugurar las Jornadas de Católicos y Vida Pública que organiza la Asociación Católica de Propagandistas de cuyo Centro pertenezco aunque no quiero dejar de escribir este post porque no sé a que hora volveré.

Hoy quiero escribir palabras que brotan del corazón de un buen amigo, de un verdadero hermano en la fe que nos une y a cuyo apostolado como camino de evangelización ha dedicado gran parte de su vida.

Serían las siete de la mañana, después de terminar mis rezos y oraciones, cuando abro facebook y me encuentro con una sorprendente y, para mí, triste noticia. El ejemplar diario digital “SAN FERNANDO COFRADE”, que dirige mi querido hermano José Carlos Fernández Moscoso, informaba de la dimisión de Rafael Valverde como Hermano Mayor de mi querida Hermandad de la Vera+Cruz de San Fernando. Motivos personales han motivado que se decante por esta difícil decisión.

Sé, por experiencia propia, que esta decisión no es para nada fácil de llevar a cabo sino tremendamente dolorosa aunque cuando se toma, los motivos han tenido que ser de mucho peso, no es para dar marcha atrás. Desdecirse de decisiones tomadas de tal magnitud no resultan procedentes ni fiables.

Quiero y admiro a Rafa, su dignidad ante todos los envites que ha tenido que soportar en la vida le hacen merecedor de esos sentimientos. Es un buen hombre en toda la grandeza  de la expresión, es un hombre de fe con profundos sentimientos religiosos que demuestra día a día y en su día a día. Ha sido un Hermano Mayor que se ha distinguido por ser un servidor de todos, humilde y sencillo como Dios nos quiere a cada uno de nosotros.

Ha tenido que “lidiar” con problemas de enorme magnitud y lo ha hecho enfrentándose a los mismos de cara, no desde los recovecos que es lo que nos tienen habitualmente acostumbrados en un mundo cada vez más superficial, tomando decisiones difíciles en bien de su Hermandad y, sobre todo, de sus Amados Titulares.

Me imagino que para la querida y antigua Hermandad de Vera+Cruz, para todos los hermanos y para los que no lo somos pero nos sentimos parte de la misma, no es un día fácil sino todo lo contrario. La marcha de un Hermano Mayor siempre es difícil de asumir y más cuando el Hermano Mayor ha reunido tantas virtudes como Dios ha querido adornar a mi querido Rafael Valverde.

El Miércoles Santo, si Dios así lo permite, cuando salga a la calle ese misterio pasional que apasiona a cuántos lo presencian y nos evoca recuerdos de toda la vida ofreceré mis oraciones, mis sentimientos por todos los que por mantener sus creencias o su forma de pensar tienen que pagar altos “tributos” ante una Sociedad cada vez más deshumanizada, donde por defender nuestra fe la persecución puede llevar a la muerte. Es mi especial recuerdo a todos los cristianos perseguidos del mundo.

En esta particular Cuaresma de nuestras vidas donde están sucediendo hechos históricos en la Santa Madre Iglesia, con la Renuncia de Benedicto XVI al Ministerio Petrino así como las reuniones que está manteniendo el Colegio Cardenalicio para enclaustrarse en Cónclave que elija, por obra del Espíritu Santo, al nuevo Papa que dirigirá la Santa Madre Iglesia a partir de ahora.

En esta típica Cuaresma de carteles y conciertos de marchas, de pregones y más pregones, de Vía-Crucis por doquier, en esa normalidad que estamos acostumbrados de tanta actividad ante tanta monotonía, hoy nos sacude esta noticia, dolorosa y triste, de la dimisión de Rafael Valverde como Hermano Mayor de la Hermandad de Vera+Cruz. Deja el cargo un hombre muy válido aunque Dios seguro que le estará preparando otro cometido porque, no olvidemos, que cuando se cierra una puerta se abre una ventana donde entran luminosos rayos de luz y un aire tan fresco que nos regenera por todos los lados.

Rezo a Dios por los hombres y mujeres que conforman la Junta de Gobierno de la vieja Hermandad cristeña porque suplir esta destacada ausencia y todo lo que conlleva puede resultar muy difícil y solo a la Vera+Cruz de Nuestro Señor Jesucristo y con el Mayor Dolor de María podemos seguir para adelante en nuestra misión, en nuestro particular apostolado.

Mi querido Rafa:

Recibe mis ánimos, mi apoyo personal, mi sincera comprensión y mi amistad. Hoy este post y este blog, al que sigues a diario y tanto has apoyado, es tuyo.

Recibe un fuerte abrazo desde la admiración, el cariño y el respeto mi querido amigo, mi querido hermano,

Jesús Rodríguez Arias

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