Tranquilidad. Esa ha sido la tónica habitual en la huelga general convocada por los sindicatos este miércoles 14 de noviembre, que de momento se ha saldado con más de medio centenar de detenidos y 15 heridos.Gobierno y sindicatos han dado una valoración muy diferente del resultado.
El secretario general de UGT, Cándio Méndez, ha destacado la "gran participación". En rueda de prensa, Méndez se ha mostrado "profundamente agradecido" por el seguimiento de la ciudadanía. En su opinión, los españoles han sido capaces de "entender de una manera muy mayoritaria el derecho de huelga general para exigir un cambio rotundo a las políticas económicas que nos acercan al precipicio". Además, Méndez ha destacado la "muy escasa afluencia a los comercios por parte de los ciudadanos".
Poco antes de la rueda de prensa de los líderes sindicales, situaron el índice de seguimiento "por encima del 80%" y, en "algunos sectores y comunidades autónomas ha llegado al 90%". Sin embargo, en la valoración global del seguimiento del 14-N, destacan que ha sido "levemente superior" a la del 29-M.
En la sede de Comisiones Obreras de Madrid, los secretarios de organización sindicales han detallado los datos en varios sectores y han subrayado el "casi total" seguimiento en las recogidas de basura, "a excepción del País Vasco y Navarra", por el hecho de que los sindicatos ELA y LAB no se haya sumado a la convocatoria de huelga.
Por su parte, el Gobierno ha hablado en sus primeras valoraciones de "normalidad". La directora general de Política Interior, Cristina Díaz, ha asegurado en su segunda comparecencia para informar sobre la evolución de la huelga que la situación "es de normalidad" y que "hay que resaltar la ausencia de problemas de orden público de importancia".
Díaz aseguró que los servicios mínimos se están cumpliendo "en todos los sectores" e indicó que el consumo eléctrico alcanza un 84,2% de lo previsto en condiciones normales. La demanda eléctrica baja un 15,8%, frente al 21,2% de la pasada huelga, indicó.
A su vez, "los servicios centrales de la Administración General del Estado están prestando sus servicios de manera regular". También se ha referido a que "en la industria se están cumpliendo los servicios mínimos, aunque algunas plantas de automoción en Cataluña, Castilla y León, Valencia y Aragón tienen su actividad prácticamente paralizada".
En los principales puntos neurálgicos sindicales de Madrid, Mercamadrid y las cocheras de la EMT, no se ha registrado ningún incidente grave. Desde antes de las 00.00, hora oficial del inicio de la huelga, un piquete formado por cerca de un centenar de personas permanecían a las puertas del mercado de abastos de la capital para informar a los coches y camiones que entraban de los motivos que justifican la huelga general.
Conforme avanzaba la noche, el grupo de piqueteros aumentaba progresivamente, pero todo ha transcurrido de forma pacífica, tanto por parte de los piquetes como por los transportistas que han decidido no secundar la huelga.
Al grito de "esquirol" los miembros del piquete increpaban a los conductores que no paraban para ser informados de la huelga e intentaban coaccionarles golpeando los camiones y vehículos con las banderas sindicales de plástico que enarbolaban, pero sin mayor éxito y con la reprobación de los agentes que formaban el dispositivo de seguridad desplegado en Mercamadrid.
Un grupo de sindicalistas se ha quejado de las dificultades impuestas por la policía para ejercer su derecho a informar, pero lo cierto es que los agentes han coordinado prudentemente la parada de algunos camiones que accedían a ser informados por los piquetes. "Compañero únete a la huelga y ayúdanos", instaban miembros del sindicato CCOO a un transportista que pretendía entrar a Mercamadrid, que se limitó a justificar su presencia en esta noche de huelga: "Yo descargo y me voy a dormir".
El piquete se ha situado en la mediana que separa las direcciones de entrada y salida a Mercamadrid, frente al cordón policial que se ha desplegado para que no pudieran ocupar la calzada e impedir el acceso al centro. Cada vehículo que intentaba acceder era recibido con pitidos, abucheos y lanzamiento de octavillas que rezan "nos dejan sin futuro, hay culpables, hay soluciones".
Ya dentro de Mercamadrid, el silencio envolvía cada rincón de las cientos de naves que constituyen una de las mayores plataformas de Distribución Alimentaria del mundo. Tan sólo el ruido de los 'toros' moviendo palés con fruta y alimentos, y los trabajadores que esperaban a recoger las cajas descargadas rompían la calma que ha definido las primeras horas de la huelga general. "No creo que una huelga sirva de mucho, los sindicatos son unos mentirosos", ha asegurado a este medio Antonio, un comercial que hoy ha decidido salir a trabajar como otro día más. "Si fuera una huelga de verdad, no habría gente dentro", apunta Lucio, un mozo de Mercamadrid.
En torno a las 3.00, el piquete que permanecía desde primeras horas del miércoles ha disminuido considerablemente su volúmen, y los sindicalistas han cogido sus banderas y se han dirigido a otros puntos de la capital para gritar sus proclamas a favor de la huelga general. No obstante, el dispositivo policial ha permanecido a las puertas de Mercamadrid como precaución.
En las cocheras de la EMT, un día más
De camino a las cocheras de los autobuses de la EMT de La Elipa, las calles eran la fiel imagen de esta jornada. Vacías y en silencio. Unas calles dormidas atestadas de agentes custodiando a unos piquetes más presenciales que activos. A las puertas de las cocheras de la EMT un grupo de trabajadores permanecían con total tranquilidad rodeados por un denso dispositivo policial. Una improvisada hoguera caldeaba un ambiente frío y pacífico. "Estamos aquí para supervisar que se cumplen los servicios mínimos", señalaba a Gaceta.es un miembro del comité de empresa de la EMT, que instaba a secundar la huelga en contra de unos recortes en los servicios públicos "que no pararán".
A las cinco de la mañana el denso dispositivo policial previsto en este punto neurálgico de la capital ha tomado posiciones ante la salida de los primeros autobuses que tenían la misión de cumplir los servicios mínimos acordados en esta jornada, que prestará servicio con el 30% de su dotación habitual a lo largo de todo el día, con una dotación mínima de 2 autobuses por línea y uno sólo en las líneas nocturnas.
La salida del primer coche era la prueba de fuego para discernir cuál iba a ser el comportamiento del piquete asentado en La Elipa. A las cinco en punto el autobús ha arrancado y ha sobrepasado la puerta de acceso de la cochera y los trabajadores que han decidido secundar la huelga se han limitado a pitar y a gritar proclamas a favor del parón.
La huelga en Cataluña
La huelga general en Cataluña se desarrolla con normalidad en el cumplimiento de los servicios mínimos dictados por la Consejería de Empresa y Empleo, dirigido por Xavier Francesc Mena, según ha informado la Generalitat.
En el ámbito del transporte, excepto alguna incidencia puntual, se están cumpliendo los servicios mínimos en Metro, autobuses, Ferrocarriles de la Generalitat y trenes de Cercanías, que ha sufrido algún corte, y de media distancia. Ninguna de las tres líneas del Tranvía de Barcelona ha podido comenzar los servicios mínimos por los cortes producidos por los sindicalistas.
Durante la noche se han producido pocos incidentes de relevancia, según ha señalado el Ejecutivo catalán en un comunicado.
La vía más transitada de Cataluña, la C-58, no ha registrado ningún corte a primera hora de la mañana. La circulación era fluida pese a que la Generalitat ha cortado el carril Bus-VAO, estrenado hace solo unas semanas.
En Mercabarna, el mercado de abastecimiento en Barcelona, no ha registrado ningún incidente con escasa presencia de piquetes sindicales. Los llamados representantes de los trabajadores, no obstante, han cortado las vías de acceso pero no ha habido altercados.
En el sector de la automoción, como es habitual, es el único que ha registrado un paro absoluto. Las factorías de Nissan y SEAT han dejado de producir cerca de 2.500 vehículos.
Por su parte, el centro de la Ciudad Condal vive con normalidad la huelga. Bares y restaurantes abren sus puertas aunque los trabajadores están pendientes de los piquetes. "Si tenemos cualquier problema cerramos y listo", asegura una empleada.
Incidentes en Mercamalaga
Un camionero ha resultado herido esta madrugada al intentar acceder a Mercamalaga, a cuya entrada había llegado un numeroso piquete de la huelga general que impedía el paso del vehículo, mientras que en Málaga se ha detenido al miembro de otro piquete que intentó cerrar un bar y agredió a un policía.
El altercado con el camión se produjo cuando otro había ya accedido al recinto con anterioridad -cuando el piquete era más reducido-, si bien, pasadas las 3.00 horas -cuando la presencia sindical era de varios centenares de personas que bloqueaban la entrada- se ha producido un incidente en el que han lanzado piedras al vehículo y se ha roto el cristal de la ventanilla de su conductor, que sangró por la cara tras ser herido.
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