lunes, 12 de noviembre de 2012

EL APOSTOLADO DE LA MISERICORDIA SEGÚN EL MAGISTERIO DE BENEDICTO XVI: PASTORAL DE LA SALUD.



2012-11-12 Radio Vaticana
(RV).- (Audio)  El 15 de noviembre el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Para la Pastoral de la Salud) celebra la XXVII Conferencia Internacional sobre el tema «El hospital como lugar de evangelización, misión humana y espiritual». En una nota de presentación del programa de actividades por desarrollar del 15 al 17 de noviembre en el Aula Nueva del Sínodo, se destaca que el tema es una elección inspirada en el Año de la Fe y en el reciente Sínodo de los obispos centrado en la nueva evangelización. Su Santidad Benedicto XVI recibirá a los participantes el sábado 17 de noviembre, en la conclusión de los trabajos.
El presidente del dicasterio, monseñor Zygmunt Zimowski, destaca que la Iglesia, en adhesión al mandato de Jesús, “Euntes docete et curate infirmos”, “Vayan, proclamen y curen a los enfermos” (Mt 10,6-8), en el curso de su historia de dos mil años, ha cuidado de los enfermos y de los que sufren. Esta acción, que el Beato Juan Pablo II, el Papa fundador de este Pontificio Consejo Pro Valetudinis Administris (con el Motu Proprio Dolentium Hominum), definió el “Apostolado de la Misericordia” (Constitución Apostólica Pastor Bonus), tuvo y tiene carácter tanto individual, como en el caso de grandes santos y santas y de innumerables beatos y personas de buena voluntad, como colectivo, mediante la obra de las diócesis, institutos de vida consagrada y otras realidades religiosas y laicas.
Según el Anuario estadístico de la Iglesia, actualmente son mas de 120 mil los lugares socio-sanitarios católicos activos en todo el mundo, desde dispensarios en las más remotas áreas del planeta, hasta los grandes hospitales metropolitanos y universitarios. Una imponente red de caridad que está al servicio del amor y de la salud porque como subraya el Santo Padre Benedicto XVI en su Carta Encíclica Deus Caritas Est, n. 28b: “El amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al prójimo”.
Este amor -Prosigue el Santo Padre, que “no brinda a los hombres sólo ayuda material, sino también sosiego y cuidado del alma, un ayuda con frecuencia más necesaria que el sustento material. La afirmación según la cual las estructuras justas harían superfluas las obras de caridad, esconde una concepción materialista del hombre: el prejuicio de que el hombre vive «sólo de pan» (Mt 4, 4; cf. Dt 8, 3), una concepción que humilla al hombre e ignora precisamente lo que es más específicamente humano”.
Es así que Mons. Zygmunt Zimowski presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud), destaca que por voluntad del Santo Padre éste dicasterio promueve y organiza el Apostolado de la Misericordia y por ello eligió como tema de su XXVII Conferencia Internacional «El hospital, lugar de evangelización: misión humana y espiritual», un título más que nunca actual que se desprende además de la comprensión de diversos elementos fundamentales y desafíos que cuestionan la Pastoral de la Salud, tales como la proclamación por parte de Benedicto XVI del Año de la Fe, y el reciente Sínodo de los Obispos realizado del 7 al 28 de octubre sobre el tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. Todo esto se inscribe en la aparentemente irrefrenable secularización de muchas sociedades, en el aumento del desvarío, por un lado, entre el progreso técnico-científico de la medicina y por el otro, el respeto necesario a la unicidad de cada persona, aunque esté en estado de enfermedad, así como a su dignidad y a su experiencia; todo esto manteniendo presente el deber moral de respetar y proteger su recorrido terreno, desde su concepción hasta su natural ocaso. 
Para los agentes de la Pastoral de la Salud, y para todos los bautizado, hay un llamado a ver en el rostro de quien sufre el rostro de Nuestro Señor Jesucristo, y ofrecer ayuda priva de prejuicios actuando como enseñó el Buen Samaritano en la parábola evangélica.
La XXVII Conferencia Internacional -por lo tanto- estará centrada sobre los aspectos teológicos y antropológicos del mundo de la Salud y de la enfermedad que convergen y caracterizan la vida en el hospital y del hospital, templo de la humanidad, encrucijada de pueblos, lugar de misión humana y de profunda expresión teándrica. 
Serán tres las directrices principales de los estudios y de las reflexiones a las cuales como es tradición contribuirán numerosas personalidades de nivel internacional de la Iglesia, la ciencia y la investigación; desde la práctica médica y del mundo del voluntariado. En efecto el primer día los trabajos estarán concentrados sobre la “Historia y misión” y en el siguiente en la “Ética y humanización”. En la tercera y conclusiva jornada se analizarán los diversos aspectos de “Espiritualidad y diaconía de la caridad”. Importante destacar que en la organización de esta Vigésimo Séptima Conferencia Internacional participan centenares de personas provenientes de todos los continentes. 
Patricia L. Jáuregui Romero – Radio Vaticano

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