lunes, 9 de abril de 2012

TOROS: LOS BUENOS LO SON POR ALGO.

La razón


Portentoso toreo a la verónica de Luque y fantástica faena de Morante a un mal toro; Manzanares, única oreja


- La Maestranza (Sevilla). Domingo de Resurrección. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq, desigual de presentación y en general dócil, pero sin clase ni raza ni bravura. Lleno de «No hay billetes».
- Morante de la Puebla, de negro e hilo blanco, estocada corta (silencio); pinchazo, aviso, dos pinchazos más, aviso, estocada (ovación).
- José María Manzanares, de sangre de toro y oro, estocada contraria recibiendo (oreja); estocada (palmas).
- Daniel Luque, de grana y oro, pinchazo y estocada (ovación); estocada (palmas de despedida). 
  • Comparte esta noticia en Tuenti
 
0
 
 
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
Manzanares firma un derechazo, ayer, en La Maestranza
Diccionario Inteligente
9 Abril 12 - - Álvaro ACEVEDO
Para situar al lector en el lugar de los hechos, digamos que esto hubiera sido algo insufrible con tres toreros sin mensaje estético. Porque a falta de raza y clase en los toros de Juan Pedro Domecq, tres «buenos profesionales» hubieran pasaportado a semejantes calamidades entre el bostezo de la plebe. Por fortuna Morante de la Puebla, José María Manzanares y Daniel Luque son muy buenos, cada uno a su estilo, y taparon con su toreo las carencias de sus oponentes. 

Si esto fuese fútbol, reflejaríamos que Manzanares venció en La Maestranza porque cortó la oreja de la tarde, pero el poco peso del trofeo se esfumó con el portentoso lancear de Daniel Luque. Diez verónicas y media descomunales, a cual más lenta y acompasada, ganando terreno hacia los medios, y entre el clamor de la multitud, fueron lo mejor de la tarde y de muchas tardes. Su apoteosis capotera se sitúa ya en una de las obras cumbres de una temporada que acabará en octubre. 

Esto, y la faena inventada de Morante al jabonero que salió en cuarto turno acapararon todos los elogios. Normal: Morante ingenió, ideó… creó ante un toro sin embestida. Pasaba el burel sin entrega, como el que no quiere la cosa, y Morante lo embebía en las telas ocultando defectos y haciendo brotar ese ángel de torear a compás, sin retorcimientos. Esa inspiración para abrochar cada tanda de redondos o naturales como un mago, con el cambio de mano, el recorte o la trincherilla. Y ese don de nacer torero. Morante, el gran genio, pinchó, y hasta los infieles aplaudieron a regañadientes. Antes, le habían recriminado que entrara en quites en el toro de Daniel Luque. Otro ridículo: por el palo de Sevilla, dibujó tres a pies juntos y media de caricia. Luque, por cierto, pecó de ingenuo y se equivocó al responderle.

La oreja, decíamos, se la llevó Manzanares, que sigue lanzado y es un mortero con la espada. Exprimió como un limón las pocas opciones de su primer oponente, protestado por su cara de vaca pero que le pegó al torero alguna embestida inquietante, muy por dentro. El de Alicante lo cuajó en redondo porque le dejó siempre la muleta puesta en la cara, y lo mató recibiendo, sin contemplaciones. El quinto toro fue un desastre con el motor gripado, y el sexto –decía Juan Pedrito que la corrida era «muy sevillana» –pesó seiscientos kilos y se movió de mala gana. Luque, nerviosillo, debió estar mejor, más suelto, pero tanto él como sus compañeros dieron sentido a una tarde que, en otras manos, se hubiera ido a pique. Veremos cuando vengan otros que yo me sé…


Garel-Jones, pregonero
El diplomático y político británico Lord Tristan Garel-Jones pronunció ayer el pregón en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, con el que se daba el pistoletazo de salida a la temporada taurina en La Real Maestranza de Caballería. Primero, recordó a Juan Belmonte, para más tarde dar un discurso basado en los valores del mundo taurino en particular y de la cultura latina en general.

No hay comentarios:

Publicar un comentario