Tras la renuncia de Rick Santorum a presentarse a la elección como candidato republicano a la Casa Blanca, la carrera preelectoral del partido conservador ha quedado cerrada y preparada. Mitt Romney será quien pugne frente a Barack Obama los votos para convertirse en el siguiente presidente de Estados Unidos el próximo 6 de noviembre.
Las encuestas no dan, a estas alturas de la aún no comenzada campaña, ningún ganador claro. De acuerdo a Rasmussen Report si las elecciones fueran hoy, los dos candidatos estarían empatados en un 45%. Mientras entre los votantes que no están afiliados a ningún partido, Obama solo contaría con tres puntos de ventaja. En otro sondeo realizado por Third Way destaca el dato de los estados en los que gana el voto indeciso: Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Carolina del Norte, Nuevo México, Nevada, Ohio, Pensilvania y Wisconsin.
Los expertos como Stephen Wayne, profesor de la Universidad de Georgetown, apuntan a que en las elecciones en las que uno de los candidatos opta por la reelección, el que sufre un mayor desgaste es el veterano, no el principiante. Por eso, tras el resultado de las primarias republicanas, las miradas se van a centrar en el actual morador de la Casa Blanca.
La "regla buffett", que podría cambiar de nombre a "regla Reagan", y que consiste en elevar los impuestos hasta un 30%, para aquellos que ganen más de un millón de dólares anuales (actualmente pagan un 18%), es uno de los caballos de batalla del frente abierto por el demócrata. Esta iniciativa, unida a la reforma sanitaria, serán sin duda los temas más calientes de una campaña que se presume intensa y pareja.
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