viernes, 6 de abril de 2012

LOS CRUCIFICADOS DE HOY.

La razón



LA PASIÓN DE LA SEMANA SANTA / UN VIA CRUCIS PARA EL SIGLO XXI

Los crucificados de hoy

El Viernes Santo recuerda la muerte de Cristo, un camino de cruz y dolor que se revive a diario en nuestro mundo
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El esposo de Asia Bibi sostiene una fotografía de esta mujer encarcelada en Pakistán. Condenada por blasfemia en 2010 al negarse a convertirse al Islam y a abandonar la fe católica, esta madre pide auxilio. «Les necesito. ¡Sálvenme!»
Diccionario Inteligente
6 Abril 12 - - J.V. Echagüe/ C.S. Macías/J. Cedillo
Una corona de espinas y una cruz. Camino del Calvario. En el Via Crucis que hoy rezarán millones de cristianos se recuerda el sufrimiento de Jesús, desde que es condenado hasta su muerte. Un dolor que tiene plena actualidad para los cinco millones de parados de nuestro país que no ven salida, para aquellos que son perseguidos por defender sus ideales o para los niños y mujeres que son víctimas de abusos sin poder defenderse. Ellos son los crucificados de 2012, a los que LA RAZÓN quiere tener presentes, para solidarizarse con todos aquellos que hoy sufren, para que no se sientan solos ni pierdan la esperanza.
 
PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
- Como Cristo, son muchos los inocentes ajusticiados por psicópatas, desalmados o terroristas. Es el caso de Manuel Indiano, víctima de ETA asesinado el 29 de agosto de 2000.
El dolor de las víctimas del terrorismo que no se mitiga
- La tienda de chucherías Kokolo era la sonrisa de los niños que compraban ilusiones de azúcar, era la esperanza de un padre que soñaba con verle la carita a su hija María, de sólo siete meses en el vientre de su madre. Manuel Indiano, concejal del PP en Zumárraga, había renunciado a la escolta, no se veía rodeado vendiendo a los chavales. «¿Quién va a entrar si no a comprar?», decía.
Una mañana, a las 10:00, tres etarras entraron en la tienda de Indiano y le descerrajaron 13 tiros a bocajarro. Dos meses después de aquel atentado nació María, idéntica a su padre. Y lo primero que hizo fue sonreír, para borrar tantas lágrimas vertidas por su madre. Encarnación, que no quería vivir, se encerró en su casa. «Me tuve que ir de Zumárraga, no me gustaban las miradas, ni los comentarios», cuenta.  «María sabe lo que pasó. Le expliqué que antes de nacer entraron tres personas que no eran buenas en la tienda. Los terroristas no tenían derecho a robarle a María a su padre».

SEGUNDA ESTACIÓN
JESÚS CARGANDO CON LA CRUZ
- El madero es  incómodo, ralentiza el paso y no deja ver más allá. Así también la cruz de los parados, el drama cotidiano y creciente de nuestro país.
La carga pesada del paro
- Su caso es el de 4.750.867 españoles desde hace 19 meses. Tras años empleado como jefe de departamento en una importante multinacional de la construcción, en verano de 2010 perdió su empleo. Desde entonces, aunque ha intentado volver al mercado laboral, no ha tenido suerte. Sebastián Crespo ronda la cuarentena, es padre de familia y miembro de la cofradía de Jesús el Nazareno. Los 1.500 kilos de peso de su imagen, la de Jesús «El Pobre» –que portó ayer–, no son en realidad la carga con la que viaja en su día a día. Este agosto agotará su subsidio como parado y se enfrentará a un precipicio al que ya se han asomado este año más de un millón y medio de ciudadanos. Pero Sebastián no pierde la esperanza. Entró a formar parte de su hermandad hace cuatro años y prefiere pensar en positivo: Este año pasará su Semana Santa como antes, cuando trabajaba, y volverá a refugiarse en su fe.
 
TERCERA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
- El peso de la cruz hace tropezar, buscar soluciones a la desesperada para quitársela de encima, como los inmigrantes que han abandonado estos años su país en búsqueda de una inexistente tierra prometida.
El éxodo del inmigrante
- No tienen patria: quieren huir de su país en busca de una vida mejor y anhelan regresar cuando descubren que aquí no cuentan con oportunidades. Cierto es que la inmigración «legal» que recibe España ya no crece tanto como antaño. Pero aquellos que son presos de la desesperación siguen depositando sus vidas en un cayuco, hasta el punto de que la inmigración por mar aumentó un 50% en 2011. En total, 5.543 dramas. 
 
CUARTA ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
- María acompañará a su hijo hasta el final. Una madre nunca desfallece si se trata de sacar a los suyos adelante, sin miedo al dolor, como Ruth Ortiz.
La angustia de la espera
- Su rostro, oculto tras unas gafas de sol, y su silencio, roto por una pancarta que clama Justicia,  expresan el peor tormento que puede experimentar una madre: no saber dónde están sus hijos. Ruth Ortiz, la madre de los pequeños Ruth y José, desaparecidos cuando estaban con su padre      
–actualmente en prisión– en Córdoba, suplica: «No se olviden de mis hijos hasta que aparezcan». De momento, la familia no pierde la fe.  
 
QUINTA ESTACIÓN
JESÚS AYUDADO POR EL CIRINEO
- Un campesino quiso cargar con la cruz de Cristo. Son muchos los que hoy salen en defensa de las injusticias y se movilizan para pedir la libertad, por ejemplo, de la paquistaní Asia Bibi.
Castigada por su fe
- Asia Bibi dice que sólo es una mujer «en el océano de mujeres de este mundo». Pero es mucho más. Condenada por blasfemia en 2010 al negarse a convertirse al Islam y a abandonar la fe católica, esta madre pakistaní  pide auxilio. «Les necesito. ¡Sálvenme!», ha llegado a escribir mientras espera, aterrada, que un tribunal del país confirme la sentencia.  Y está siendo escuchada. Las muestras de solidaridad  internacional  no han cesado desde que se conoció el caso. Benedicto XVI ora por ella. Y el Gobierno  francés se ha ofrecido a acogerla.  Nadie pierde la esperanza.
 
SEXTA ESTACIÓN
VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE CRISTO
- Una mano amiga en medio del camino al Calvario, que permite liberar, acompañar, dar esperanza.
Dar vida frente al aborto
- Lucía, de 28 años, nunca pensó que abortaría. Cuando se quedó embarazada, «ni mi pareja ni mi familia me apoyaron». También fue despedida de su trabajo, donde ejercía de auxiliar administrativo. «En un centro de servicios sociales  me dijeron que la única ayuda era el aborto», dice. Y acabó haciéndolo. «Tuve una depresión e intenté quitarme la vida», confiesa.  Afortunadamente, recibió la ayuda de RedMadre, ONG que no sólo vela por mujeres como Lucía, sino por todas esas jóvenes que parecen abocadas al aborto.
 
SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
- Una caída tras otra, como la de las víctimas de los malos tratos hasta que el verdugo cumple su palabra. Encarnación fue una de ellas. Sólo en 2012 diez mujeres han muerto a manos de sus parejas en España.
La imparable lacra de la violencia de género
- Año 2004. Encarnación Rubio, de 46 años, pasó a ser la primera mujer asesinada por un maltratador que había roto la orden de alejamiento, al atropellarla mortalmente con su coche. Año 2012. Crímenes como el ocurrido en Cúllar Vega (Granada) siguen perpetrándose. «No lo puedes sobrellevar», dice su hija, Sonia Jiménez. La rabia y la tristeza van más allá de la pérdida. «Algo está fallando. No ha habido ningún avance contra el maltrato», señala. Y añade: «Fuimos maltratados por mi padre, por la Justicia y la sociedad». Sonia tuvo que pagar el seguro del coche con el que su padre asesinó a su madre. Ni siquiera recibió una indemnización. «Pierdes la fe en todo», concluye.
 
OCTAVA ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES PIADOSAS
- Acompañan y consuelan al condenado, a la víctima inocente. También muchas madres  sacan adelante con una entrega mayúscula a sus hijos enfermos, como María a Elena. 
Abrazar la enfermedad
-  María  descubrió que su hija Elena tenía el síndrome de Angelman no por un médico, sino en internet. Una cruel combinación de epilepsia y escoliosis provocada por un fallo del cromosoma 15. Se trata de una «enfermedad rara». Y olvidada. «La industria farmacéutica no va a  invertir en 150 niños que lo sufren en España», dice María.  Así, los afectados se cuidan entre ellos: van a promover el ensayo de un medicamento en un niño español. 
NOVENA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
- Cansado, hundido por llevar el peso del madero. Así se muestra Cristo, así lo viven aquellos que son perseguidos y ajusticiados por defender sus ideales, como el disidente cubano Guillermo Fariñas.
Con la libertad entre rejas
- En la mirada de Guillermo Fariñas pueden leerse 11 años de prisión y más de 20 huelgas de hambre. Pero también se atisban el afán de lucha y el ansia de libertad contra la opresión. De él, de cientos de presos políticos que permanecen encarcelados en las prisiones cubanas y de compañeros que, como Orlando Zapata, pelearon y terminaron aplastados. Altavoz de la disidencia en la isla, su resistencia pacífica ha logrado poner contra las cuerdas a un régimen que se ha perpetuado durante más de medio siglo. 
 
DÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDOS
- El Hijo de Dios se queda desprotegido como los ancianos que, después de entregar su vida, se ven abocados al olvido en una sociedad donde la veteranía ha dejado ser un valor en alza.
Los mayores, solos y olvidados
- Crisis mediante, los abuelos ejercen hoy de «canguros», educadores y, en ocasiones, hasta de padres de sus propios nietos. Para algunos puede ser un fastidio; para otros, la mayor de las suertes. La mitad de los ancianos que viven solos en España se encuentran en la pobreza. Y más de 500.000 mayores que no cuentan con la ayuda de su familia o que están institucionalizados se encuentran también desnutridos. Un drama al que los jóvenes no pueden ser ajenos: la baja natalidad que vivimos en la actualidad sólo augura que la situación se agrave para las próximas generaciones.
 
UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
- La esperanza se agota al llegar al Calvario, las ilusiones se esfuman, como a los miles de jóvenes como Lorena, desahuciada por no tener medios para pagar la hipoteca
Ilusiones desahuciadas
- Lorena, madre de dos hijos, ya sabe lo que es un desahucio.  «Compramos la casa con toda la ilusión», recuerda.  Sin embargo, los 990 euros al mes eran insostenibles. Ahora viven de alquiler. Y poseer una casa, hoy, es sólo un sueño.
 
DUODÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
- El Cruficicado, con sus brazos abiertos, acoge la muerte por la salvación del mundo, también el de las víctimas de los conflictos armados y del hambre en África.
Guerras olvidadas
- Amani cuida de su hija Harrap. Y, a la vez, ambas son cuidadas por Médicos Sin Fronteras. El conflicto en Sudán del Sur las ha dejado sin agua, sin casa, sin salud. «Si las ONG quieren venir, por favor, que lo hagan. Vivimos bajo un árbol, sin refugio», suplica.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
- Cristo fallecido no puede hacer nada. Sólo cuenta con las manos de los otros, las de aquellos que ayudan a los «sin techo».
Aliento para los «sin techo»
- ¿Qué ocurriría con los más necesitados sin organizaciones como Cáritas? Esta es una de las preguntas recurrentes desde que estalló la crisis. A la tragedia de los «sin techo» se han sumado los «nuevos pobres» que se quedaron sin trabajo.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES SEPULTADO
- En un sepulcro nuevo, junto a un huerto, ahí se entierra el futuro, ese que se les niega a los 250 millones de niños explotados.
Explotación  infantil sin límites
- Los «niños de la calle», como los que pueblan las calles de Camboya, viven de ser explotados. Una situación perversa con un final trágico, fruto de las drogas y la enfermedad.

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