jueves, 12 de abril de 2012

EXPLÍQUESE, SEÑOR RAJOY; POR RAFAEL SÁNCHEZ SAUS.

Diario de Cádiz



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Explíquese, señor Rajoy

RAFAEL SÁNCHEZ SAUS | ACTUALIZADO 12.04.2012 - 07:51
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 Dicen que, en parte para ayudar a su renqueante economía particular, el PSOE está llevando a cabo una campaña de afiliaciones a la que deseo el mayor éxito. No se confirma que en los nuevos carnés figure la que parece consigna del momento: "no digas nunca lo siento".
En las últimas semanas el PSOE ha pasado de la depresión por la derrota a la agresividad del que no está dispuesto a tolerar la menor insinuación sobre sus responsabilidades. Al affaire Sarkozy me remito. Si nuestros socialistas y allegados mandan callar al mismo presidente de la República Francesa por decir lo que toda Europa sabe, ¿quién osará recordarles nada de puertas adentro? Como la condición de la inocencia es el olvido y la memoria popular es flaca, los dirigentes socialistas no se recatan ya en señalar a la derecha como directa responsable de nuestra ruina. Para llegar a esta conclusión no sólo es preciso un prodigioso ejercicio de cinismo, también un consumo masivo de productos amnésicos, un tratamiento a fondo que ya se está encargando de suministrar a la opinión el tinglado mediático que Rubalcaba sigue manejando como si aquí no hubiera pasado nada.
Se acercan tiempos no duros, durísimos, porque la dimensión impensable del desastre en que esta izquierda inocente de toda culpa nos ha sumido es tal que ya nada puede considerarse a salvo: ni el modelo educativo, ni el sanitario, ni los niveles salariales de los que aún trabajan, ni las prestaciones sociales, ni el Estado de las Autonomías y sus instituciones. Y el Gobierno debe saber que en la lucha sin cuartel que se avecina sólo podrá contar con la fiel infantería de un electorado que no acaba de comprender que está pasando y por qué, entre otras cosas porque nadie se lo explica. Pero explicar significa, inevitablemente, dar las razones que determinan las decisiones y eso, hoy por hoy, es imposible sin poner a los causantes del caos ante sus responsabilidades.
Olvídese, señor Rajoy, de consensos que nadie le va a conceder desde la izquierda política y sindical ni desde los nacionalismos; olvídese de la lealtad de los socios europeos y de las simpatías de los mercados porque no existen. No intente halagar al tinglado mediático ni a las células de creación de opinión que pastorean la Educación y la Cultura. No le van a pasar una. Reforme usted todo lo reformable y explique a la ciudadanía qué está sucediendo mientras ZP cuenta nubes en París o en Marbella y el PSOE nos descubre con castizo descaro que esto es un desastre total, pero que lo ha causado la derecha.

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