viernes, 6 de abril de 2012

EL SUEÑO DURÓ POCO.

Diario de Jerez

LA REDENCIÓN

El sueño duró muy poco

La Redención, que retrasó veinte minutos su salida, tuvo que refugiarse en Letrán tras entrar en Carrera Oficial
JAVIER G. RINCÓN | ACTUALIZADO 06.04.2012 - 07:07
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Uno de los momentos de la estación de penitencia de La Redención antes de que se viera interrumpida cuando el misterio enfilaba la calle Gaitán. / vanesa lobo
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DECÍA Don Bosco que “Sin penitencia no se puede conservar la inocencia”. Y esto precisamente fue lo que pretendieron poner ayer en la calle los Hermanos de la Redención: una estación de penitencia ejemplar, llena de espíritu salesiano.
Eran las cinco de la tarde, media hora más de la hora fijada por el horario oficial cuando, tras reunión de la Junta de Gobierno para sopesar la posibilidad de salir o no a cuenta de la inestabilidad del tiempo, la Cruz de Guía de esta joven corporación, flanqueada por las reliquias de San Juan Bosco y de la Santa María Mazzarello, se posaba sobre el dintel del moderno Santuario de María Auxiliadora. A ella, “que lo hizo todo” según rezaba el fundador de la congregación salesiana, se encomendaban los hermanos de la Redención para que no se repitieran los hechos del pasado año, cuando tuvieron que volverse para su templo por la lluvia. Pero, visto lo visto, parece ser que los ruegos cayeron en saco roto.
Ciento sesenta y cinco hermanos vestían su hermosa túnica de color crema envuelta por capa azul y rematada por antifaz también azul. Como novedad este año, y a raíz del cambio de recorrido que les ha hecho no pasar por la casa salesiana de la Calle Cabezas, una representación de dicha comunidad educativa se hizo presente acompañando a la Hermandad. Fue de destacar también la presencia de un banderín de las antiguos alumnos salesianos, hermosa manera de recordar a tantos buenos profesionales salidos de los talleres que los salesianos tienen en nuestra ciudad.
Numerosos estrenos ponía en la calle la cofradía salesiana. Se continua el tallado del misterio, estrenando los baquetones, la crestería y el respiradero frontal. De igual manera, el Señor vestía una túnica salida de las hábiles manos del portuense David Calleja. Pero las inclemencias del tiempo no han permitido que se luzcan como era debido.
Juan Carlos Sambruno daba los primeros golpes de llamador a una cuadrilla formada por 45 costaleros, que afrontó de rodillas la complicada salida. A los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Fundación Zoilo Ruiz–Mateos de Rota, el Señor de la Redención salió al encuentro de su barrio, con especial mención de la parada en la asociación de vecinos de Icovesa, en la calle Oloroso, punto de encuentro de numerosos cofrades que contemplaban el paso de esta corporación.
Llegados ya a la Victoria, y con la amenaza de lluvia convertida en realidad, hubo un detallazo por parte de la Redención en el saludo a la Hermandad de la Soledad, con recuerdo y oración dedicados a Antonio Sánchez Delgado y a Javi García Orellana, “el Gordo”, cofrades de la Soledad que nos dejaron hace escasas fechas para partir a la casa del Padre. Al final, la cofradía salesiana tuvo que refugiarse en San Juan de Letrán, lugar donde se encontraba al cierre de esta edición.
El retorno se producirá el próximo domingo a partir de las cinco de la tarde, confirmó la Hermandad.


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