viernes, 13 de abril de 2012

EL PROCESO DE CANONIZACIÓN DE SAN VICENTE FERRER.


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    Iglesia | La Gaceta

    San Vicente Ferrer

    El proceso de canonización de San Vicente Ferrer

    13 ABR 2012 | EP
    Religiosos dominicos han concluido después de ocho años de trabajo, la transcripción latina y traducción al castellano del manuscrito conservado en Valencia del proceso de canonización de San Vicente Ferrer.
  • Religiosos dominicos, integrantes del Instituto Histórico de la provincia dominicana de la antigua Corona de Aragón, han concluido después de ocho años de trabajo, la transcripción latina y traducción al castellano del manuscrito conservado en Valencia del proceso de canonización de San Vicente Ferrer (Valencia, 1350- Vannes, Francia, 1419), cuya fiesta se conmemora el próximo lunes.
    San Vicente Ferrer fue canonizado el 29 de junio de 1455 por el Papa Calixto III, también valenciano, quien siendo niño y cuando se llamaba Alfonso de Borja, conoció al santo valenciano y escuchó de él, incluso, la profecía en la que le predijo que alcanzaría el papado y luego le canonizaría, según han informado fuentes del Arzobispado en un comunicado.
     860 milagros
    El proceso de canonización de San Vicente Ferrer cita testimonios de más de 400 testigos, así como más de 860 milagros atribuidos a la intercesión del santo valenciano, numerosos documentos notariales y, además, recoge, fundamentalmente, la vida cotidiana y predicaciones del santo en sus dos últimas décadas de vida.
    Cuando fue canonizado San Vicente Ferrer, Calixto III mandó que las actas del proceso se guardasen en Roma, de donde desaparecieron en 1527. Sin embargo había una copia en la ciudad italiana de Palermo, que hoy todavía se conserva, y de la que en 1572 se hizo otra para Valencia, en 1577 una tercera, para San Luis Bertrán y en 1590, otra más para el sacerdote Vicente Justiniano Antist.
    Este último manuscrito, que ha sido el ahora transcrito y traducido, se conserva hoy en la Universitat de Valencia donde permanece desde la desamortización de Mendizábal en 1836, cuando le fue retirada a los dominicos de Valencia su propiedad.
    Desde que comenzaron los trabajos en 2004, se ha empleado material estudiado por el dominico Adolfo Robles y han intervenido también los religiosos Vicente Forcada, Sebastián Fuster, Argimiro Velasco y Alfonso Esponera.
    Todo el trabajo realizado, que comenzó en 2004 con la concesión de una beca trianual ofrecida por del Ayuntamiento de Valencia a través de la Junta Central Vicentina, será entregado a la propia Junta Central Vicentina con el fin de que, como es habitual, remita el material al Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Valencia. 

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