lunes, 9 de abril de 2012

EL PAPA RECLAMA EL FIN DE LA VIOLENCIA EN SIRIA: "BASTA DE DERRAMAR SANGRE".


  • Iglesia | La Gaceta
    Benedicto XVI mientras imparte la bendición
    MENSAJE PASCUAL

    El Papa reclama el fin de la violencia en Siria: 'Basta de derramar sangre'

    09 ABR 2012 | Paloma Gómez Borrero
    Ante más de 150.000 personas, el Papa pronuncia un Mensaje Pascual en el que apela a la paz, la fraternidad y la reconciliación. También pide que Israel y Palestina reemprendan el diálogo.





  • Paloma Gómez Borrero. Roma
    Eran las doce en punto de la mañana cuando, terminada la solemne Misa de Pascua celebrada en el atrio de la Basílica de San Pedro, Benedicto XVI salió al balcón central de la fachada decorada con largas tiras de orquídeas blancas. Se disponía a dirigir al mundo el tradicional mensaje del Domingo de Resurrección e impartir la bendición urbi et orbi, desde la Urbe (Roma) a todo el Orbe (el universo).
    En la plaza vaticana se habían congregado cerca de 150.000 personas, con muchísimos jóvenes llegados de diversos países para pasar estos días de vacaciones en la Ciudad Eterna. Al pie de las escaleras de acceso al templo, con los uniformes de gala, estaban la Guardia Suiza, un batallón de las Fuerzas Armadas italianas, la banda de los Carabinieri y la Banda Pontificia. Al asomarse el Papa, y antes de comenzar su mensaje, interpretaron los himnos: los Carabinieri, el de la Santa Sede; y los músicos vaticanos, el de la República italiana.
    Mensaje Pascual
    A continuación, Benedicto XVI inició su mensaje evocando la experiencia de María Magdalena, "la primera en encontrar en la mañana de Pascua a Jesús resucitado". Como a la Magdalena, a la que descubrir a Cristo le cambió la vida, el Papa pidió que cada persona encuentre en Jesús "un futuro nuevo, una existencia buena, libre del mal".
    Benedicto XVI partió de ese consuelo y confianza que Jesús representa para la humanidad, para luego recorrer los lugares donde "las comunidades cristianas padecen más pruebas a causa de la fe, por discriminaciones y persecuciones". El Papa fijó su atención especialmente en Oriente Medio y la situación actual de Siria, implorando "que cese el derramamiento de sangre y se emprenda sin demora la vía del respeto, del dialogo y la reconciliación". Asimismo, deseó que "los numerosos prófugos provenientes de ese país y necesitados de asistencia humanitaria encuentren acogida y solidaridad para aliviar sus penosos sufrimientos".
    Benedicto XVI también alentó al pueblo iraquí para que avance "en el camino de la estabilidad y del desarrollo" e instó a israelíes y palestinos a "reemprender el proceso de paz". Benedicto XVI viajará próximamente a Oriente Medio, en la visita que realizará a Líbano –país fronterizo con Siria, Irak e Israel– del 14 al 16 de septiembre.
    África también estuvo ayer presente en las palabras del Papa. El Pontífice pidió a Cristo que "favorezca la reconciliación" y reconforte a las poblaciones del Cuerno de África y que ayude a Sudán y Sudán del Sur concediendo a sus habitantes "la fuerza del perdón". El Papa apeló a la paz, la fraternidad y la reconciliación.
    Terminado su mensaje, Benedicto XVI felicitó la Pascua en 65 lenguas, algunas tan poco conocidas como el esperanto, el guaraní y el arameo. Por último, impartió la Bendición. De la plaza de San Pedro –convertida en un inmenso jardín multicolor gracias a las plantas, los arbustos y las 45.000 flores que la adornaban, en lo que fue el regalo pascual de los católicos holandeses– se alzó un largo y expresivo aplauso. Por la tarde, Benedicto XVI se trasladó a la villa pontificia de Castelgandolfo para descansar después de los intensos y fatigosos días de la Semana Santa. 

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