El ex presidente del Gobierno español José María Aznar arremete contra “la dictadura cubana y sus satélites” y proclama el “fracaso económico” del modelo populista en Iberoamérica y su “desprestigio”, incluso entre sectores de izquierda, dice, frente a los avances de países en los que rige el libre mercado.
Según Aznar, el llamado “socialismo del siglo XXI”, que lidera el mandatario venezolano Hugo Chávez, “toma elementos del socialismo de toda la vida y los combina con algunas de las soluciones políticas que más daño han causado a los latinoamericanos durante el siglo XX: el populismo revolucionario, el militarismo, el caudillismo y el indigenismo racista”.
Así lo expresa en la introducción del informe América Latina: Una agenda de libertad 2012, elaborado por la Fundación FAES –de la que es presidente– y que será presentado públicamente en un acto que encabezará el propio Aznar en la ciudad de Cádiz el próximo martes, en homenaje a la Constitución de 1812.
El dos veces jefe de Gobierno describe en su texto el “notable” avance de Iberoamérica durante los últimos años “en favor de las libertades individuales y la democracia” y destaca la consolidación de los traspasos pacíficos del poder.
Además, celebra que estos países hayan logrado mantener altas tasas de crecimiento económico en un momento de crisis mundial y lamenta que escapen de este panorama positivo “la dictadura cubana y sus satélites, refractarios a la adopción de reformas incompatibles con la idea de sociedad abierta”.
“La conculcación de los derechos de propiedad, la inseguridad jurídica, el aumento descontrolado de la oferta monetaria y la imposibilidad de medir con precisión y transparencia las variables económicas (...) explican que los países del ‘socialismo del siglo XXI’ no hayan podido seguir el ritmo de las repúblicas latinoamericanas donde rige la economía de libre mercado”, escribe Aznar.
A su juicio, “esto ha puesto de relieve el fracaso económico del modelo populista y ha contribuido a su desprestigio incluso entre sectores de izquierda”.
En su prólogo de cinco páginas, Aznar cita también la inseguridad ciudadana, la calidad de la enseñanza y de los servicios básicos y la persistencia de la economía informal como las grandes “debilidades” de Iberoamérica. También opina que la integración de la región sigue siendo una asignatura pendiente.
“En cualquier caso, las luces predominan hoy sobre las sombras en América Latina, y la región se encuentra ante una oportunidad histórica para consolidar su desarrollo”, concluye Aznar.
Experiencias útiles ante la crisis
El informe de FAES –que próximamente será entregado al presidente Mariano Rajoy– profundiza en las ideas de Aznar: “El régimen comunista cubano, referente y faro ideológico del populismo bolivariano, obligado por el fracaso sin paliativos de su sistema colectivista, trata de reemplazarlo por un supuesto capitalismo autoritario sin libertades políticas”.
“La Venezuela de Chávez –continúa– ha visto limitada su influencia regional por la inoperancia y corrupción desbordada del régimen, que impide incluso el abastecimiento básico de la población”.
A estos “modelos populistas”, los autores contraponen los “incontestables” logros de la “izquierda sensata”, representada por Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, Tabaré Vázquez y José Mujica en Uruguay, o Alan García en Perú.
“América Latina ha extraído valiosas lecciones de las 38 crisis económicas sufridas y superadas entre 1980 y 2003. (...) Es más, los latinoamericanos están hoy en condiciones de ofrecer experiencias al mundo que, si bien no son semejantes a la crisis actual, podrían brindar elementos que sirvieran para encontrar soluciones juntos y superar la crisis”.
La presentación del informe en Cádiz, donde se promulgó la Constitución conocida como La Pepa, precederá a otros en Iberoamérica, Estados Unidos y Europa.
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